La pandemia generada por el virus del COVID-19 ha generado estragos en todo el mundo. No solo desde el punto de vista sanitario, con un número elevado de contagios y fallecidos, sino también en el ámbito económico. La mayor parte del mundo se vio afectado, y tuvo que recurrir a medidas para intentar controlar el virus.
Los gobiernos de los distintos países tomaron la iniciativa para cerrar las fronteras de sus países. De esta manera, se evito el tráfico de personas internacional, que fomentaban la contagiosidad del virus. Si existían vuelos, de manera paulatina, para repatriar a los ciudadanos que quedaron varados en algún parte del mundo.
En una parte importante de Europa, se cree que la peor parte del virus ya pasó, por lo que tomaron la decisión de ir abriendo de manera progresiva sus fronteras. En algunos casos, para países vecinos dentro de la Unión Europea, mientras que en otros, de manera internacional.
Si bien los vuelos y las aerolíneas comenzaran a funcionar, no se esperan niveles similares de consumo respecto a los tiempos de pre pandemia. Esto se debe a que el virus no ha desaparecido ni tampoco hay una vacuna, por lo que el miedo en las personas existe, y no todos están dispuestos a trasladarse a países ajenos.
Por otro lado, todos los vuelos deben adaptarse a protocolos sanitarios para garantizar la mínima chance de contagio. Además de tomar las medidas ya conocidas, como el distanciamiento social, el uso de mascarilla, etc.
Tanto la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), como el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) declararon que se debe enfrentar el mayor desafío en la historia de la aviación comercial.
La apertura de las fronteras no es homogénea en todos los países. Algunos lo harán de forma interna, otros con una apertura total. También se tomaran distintas medidas, como por ejemplo una cuarentena obligatoria de 14 días, o la realización de un test al arribar al país.
Estos son algunos casos particulares, pero la situación en la mayoría de Europa es similar, con la reapertura de las fronteras de manera paulatina en junio y julio.
En lo que respecta a Latinoamérica, todavía no hay medidas a tomar ni proyecciones de fechas, debido a que aun se está viviendo una etapa fuerte del virus. Se puede mencionar a México, que abrirá algunas de sus playas mas turísticas en Julio, aunque de manera escalonada.
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